¿Qué
historia enseñar en el siglo XXI?
Cada
vez la enseñanza de la historia se ve distorsionada por los proyectos
educativos que proponen los gobiernos. Tal como sucede en la situación
mexicana, hace apenas unos meses el actual gobierno emanaba en sus discursos la
derogación de la Reforma educativa peñista, así como fortalecer la educación
nacional a través de la Historia, Formación cívica y ética donde la finalidad
es formar a los niños y jóvenes como ciudadanos y participes de su comunidad (SEP, 2019)
A
un año del triunfo de Andrés Manuel López Obrador, la educación apenas toma un
rumbo incierto, maestros que fueron capacitados con la Reforma Educativa
Peñista, difícilmente comprendieron los principios del modelo educativo, así
como ponerlos en práctica en las aulas, puesto que en los últimos meses debían
prepararse para conocer el proyecto educativo del nuevo gobierno, donde la
prioridad debe enfocarse en una educación gratuita, laica y obligatoria pero sobretodo
pluricultural dando espacio a las ciencias humanas (SEP, 2019).
Muchos
son los discursos de mandatarios que dan a conocer a la educación como la
herramienta vital y progreso de una nación. Sin embargo, todavía hacen falta
maestros comprometidos con su labor, capacitados para impartir una clase de
matemáticas, de historia o de español. Son los docentes quienes no preparan su
clase, improvisan, por ese motivo, se está discutiendo su manera de enseñar
(Recio, 2012, p.4)
En
ese sentido ¿Qué se está enseñando en las aulas? ¿Qué se hace en la materia de
historia? Las sociedades utilizan la historia para legitimar las acciones tanto políticas,
sociales como culturales. Sí en los programas educativos se da a conocer que la
enseñanza de la historia, debe facilitar la comprensión del presente, estudiar
el cambio y la continuidad en las sociedades, además de potenciar el análisis
de lo social, político y económico (Prats, 2001, p.14) En el aula, solo se está
utilizando el libro del texto sin analizar otras fuentes para el estudio de la
historia; el propósito no es formar científicos en esta rama, pero si acercar
al alumno a la realidad de como se hace la historia. (Recio, 2012, p.9). Por lo
tanto, se requiere una enseñanza libre, democrática, critica y creativa (Recio,
2012, p.5).
Referencia:
Prats Joaquín, (2001). Enseñar Historia: Notas para una didáctica
renovadora. Consejería de educación, ciencia y tecnología, Mérida, pp.
1-127.
Recio Cuesta, Juan
Pedro. (2012). El valor de la Historia en
la aulas. Retos ante un nuevo contexto educativo. Clío 38, pp. 1-16.
Secretaría de Educación
Pública (2019). Recuperado de: https://www.gob.mx/sep/articulos/leyes-secundarias-del-acuerdo-educativo
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